En el último año, según datos de Hosbec ha habido un incremento del 700 % de demandas falsas interpuestas por turistas británicos contra hoteles españoles. Los turistas británicos que disfrutan de sus vacaciones en los hoteles de nuestro país pueden “presumir” de hacerlo gratuitamente; y es que amparados por la legislación británica y auxiliados por expertos abogados, reclaman al hotel haber sufrido una intoxicación alimentaria en su establecimiento, y ello sin ser necesario probar la supuesta enfermedad, ni presentar ni un solo informe médico que acredite tal indisposición. El elevado coste que para el TT.OO. supone asumir la defensa jurídica en el Reino Unido hace que éste acepte la indemnización que se reclama, que suele ser en torno a los 3.000 €, para posteriormente recuperar dicho importe del hotel en virtud de la relación contractual entre ambos. Esta problemática ya fue objeto de análisis por Canarisk, la cual invitamos volver a leer (Accede aquí al informe de Canarisk sobre las reclamaciones falsas de los turistas británicos)
La secretaría de estado de turismo ha estado trabajando, en colaboración con el Gobierno Británico, en encontrar solución a esta problemática, y parece que comienzan a ver la luz posibles alternativas. Según confirmó Matilde Asian, Secretaria de Estado de Turismo, el Parlamento Británico está tramitando modificaciones en su legislación en materia de reclamaciones que ponga fin al elevado número de denuncias falsas. Lo que se promueve con este cambio legislativo es exigir al demandante que aporte pruebas médicas que acrediten el daño sufrido. Hasta ahora la permisividad de las normales legales en el Reino Unido permite que las reclamaciones se presenten sin ningún documento médico que acredite la enfermedad sufrida, ya que la demostración y prueba del daño sufrido y la acreditación del nexo causal es menos exigente que en España”.
Esta es una de las principales soluciones que estaban esperando los hoteleros. Las patronales hoteleras han criticado esta falta de severidad en la legislación británica al no exigir como hemos comentando ninguna prueba ante una denuncia por intoxicación alimentaria. Esto ha provocado que los abogados británicos o también llamados Claimfarmers, conocedores de la norma inglesa y funcionamiento de los tribunales se han animado a incitar a los turistas a que reclamen a los hoteles españoles y recuperar el dinero invertido en sus vacaciones.
Esta modificación de la ley se está trabajando con los colegios profesionales de abogados británicos. Además, se está tratando de concienciar a la población británica de que esas reclamaciones fraudulentas pueden ser delito. En este sentido, la página web del Gobierno británico alerta a sus ciudadanos de la gravedad de este tipo de prácticas. ( https://www.gov.uk/foreign-travel-advice/spain ).
Con todo esto parece que hay voluntad por parte de las instituciones británicas de poner coto a estas reclamaciones falsas, que según la aseguradora AXA llegó a detectar más de medio centenar en el 2016.
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