Por norma general, las compañías aseguradoras utilizan para la contratación de un seguro de salud el denominado “Cuestionario de Salud”. Este cuestionario funciona como un instrumento previo de las compañías con el cual delimitar  el riesgo que va a ser cubierto.

La ley de Contrato de Seguro establece que el tomador del seguro tiene el deber de declarar al asegurador todas las circunstancias por él conocidas “que puedan influir en la valoración del riesgo”. Por tanto, el tomador del seguro de salud tiene la obligación de declarar las enfermedades que padezca o haya sufrido, para que la compañía de seguros valore el riesgo que va a asumir.

¿Como se cumplimenta el  cuestionario de salud?

El asegurado debe contestar a todas las preguntas que se indiquen en el cuestionario, y a su vez, estas preguntas han de ser claras y no estar sujetas a interpretaciones. Los cuestionarios de salud se suelen dividir en tres grupos de preguntas:

• Preguntas sobre los hábitos de salud (preguntas sobre consumo de tabaco o alcohol)
• Preguntas sobre el historial médico (Enfermedades que haya sufrido, intervenciones quirúrgicas….)
• Preguntas sobre el estado actual (Alergias, tratamientos actuales….).